Proyecto R.E.M.

Proyecto R.E.M. (Riego eficiente de montaña).

INVESTIGACIÓN DE NUEVOS PROCESOS DE CIRCULACIÓN DEL AGUA Y LOS NUTRIENTES EN PEQUEÑAS CUENCAS AGRÍCOLAS DE MONTAÑA. LÍNEA PILOTO EN EL VALLE DEL JERTE.

R.E.M., Riego Eficiente de Montaña, investiga nuevos procesos de circulación del agua y los nutrientes en fincas agrícolas de montaña a escala de pequeña cuenca, desde una perspectiva de ahorro de agua, eficiencia en el uso del riego, mejor adaptación al cambio climático, y adopción de medidas de responsabilidad social y territorial, en lo concerniente a los recursos hídricos y la conservación de los ecosistemas fluviales, agroforestales y el suelo.

Para ello trabaja con nuevas tecnologías e infraestructuras, tanto en monitorización y seguimiento de variables ambientales, como de mejor uso del agua de riego y la circulación de los nutrientes, teniendo como base la economía a escala de finca y a escala de territorio.

Riego eficiente

Riego sostenible

Eficiencia en el uso del agua

 Cosecha de agua.

La escorrentía y la recolección de agua agrícola

Recolección de agua de riego suplementario

Sostenibilidad Económica

Sostenibilidad Ambiental

Sostenibilidad Social

Eficiencia en el uso del agua y en el uso de fertilizantes

Reducir la contaminación (en los cauces por lavado de fertilizantes)

Conservación y regeneración de suelo

Situación actual: uso incontrolado del agua en zonas agrícolas de montaña.

Una pequeña cantidad de agua.  El número de procesos e interacciones hidrológicas en pequeñas cuencas se puede analizar en detalle, lo que no puede hacerse  en análisis hidrológicos a gran escala. Por lo general, los problemas de retención de una pequeña cantidad de agua natural pueden abordarse adecuadamente en la escala más pequeña de una cuenca agrícola. Igualmente, el impacto local del cambio climático, o los cambios en el microclima local también se pueden analizar de manera integrada con otros desafíos de las cuencas de pequeña escala.

A nivel de pequeña cuenca agrícola, la gestión del agua favorece no sólo la producción agrícola sostenible, sino también los ecosistemas locales. Un suministro suficiente de agua para una producción sostenible de cultivos tendrá una evolución al alza en los próximos años. Al mismo tiempo, varias técnicas utilizadas de gestión del agua (retención de pequeñas cantidades de agua natural, recuperación de nutrientes de las corrientes, etc.) podrían reintroducirse en la gestión agrícola en beneficio de los agricultores, las comunidades locales y el medio ambiente.

La retención de una pequeña cantidad de agua natural tiene como objetivo proteger los recursos hídricos y abordar los desafíos relacionados con el agua restaurando o manteniendo los ecosistemas, así como las características y condiciones naturales de los cuerpos de agua, utilizando medios y procesos naturales. El uso de la retención de una pequeña cantidad de agua natural  puede incluir la gestión de pequeñas reservas de agua.

Alcance e impacto del proyecto de riego eficiente de montaña.

R.E.M. evalúa el uso de enfoques de pequeñas retenciones de agua para gestionar el exceso y la escasez de agua, así como la recuperación de nutrientes de las corrientes de agua. Evalúa el vínculo entre la gestión de la tierra agrícola y la gestión del agua del suelo para aumentar la absorción de nutrientes y la retención de agua.

R.E.M. se centra en soluciones asequibles y fáciles de implementar a nivel de finca, incluido un análisis económico de las medidas propuestas, así como el mantenimiento de la infraestructura.  El análisis de las técnicas propuestas para la gestión del agua considera la necesidad de adaptación al cambio climático y su impacto en los servicios de los ecosistemas.

R.E.M. trabaja con los beneficios a largo plazo para la finca y el ecosistema local, a partir de la implementación de las medidas de retención de una pequeña cantidad de agua natural.

R.E.M. está bajo el enfoque de múltiples actores, que garantice la cooperación entre los agricultores y las asociaciones de agricultores, la organización local de gestión del agua, los proveedores de tecnología, los centros de investigación y la administración pública.

Otros beneficios indirectos de R.E.M. están relacionados con:

Brindar soluciones efectivas para garantizar el nivel más alto de implementación en la escala de finca y el paisaje, con respecto a los sistemas resistentes al clima, y proporcionar sistemas de apoyo a la decisión adaptados a sistemas de agricultura mixta y sistemas agroforestales en paisajes heterogéneos;

Desbloquear y mejorar la viabilidad y replicabilidad de sistemas agrícolas eficientes y resistentes y proponer diferentes escenarios de transición que conduzcan al desarrollo de sistemas modernos de uso de la tierra, cadenas de valor e infraestructuras para la mejor gestión del agua de montaña y la conservación del suelo;

Proporcionar servicios ecosistémicos a través de la gestión integrada y en pequeña escala del suelo.

En el corto y medio plazo se espera  una mejor comprensión de cómo la pequeña retención de agua puede contribuir a la eficiencia del uso del agua a nivel de finca. Se trabaja asimismo con la identificación de herramientas y técnicas para la recuperación y reutilización de nutrientes de las corrientes a la escala de la cuenca agrícola y con la identificación de tecnologías económicamente sostenibles para el manejo del agua en periodos secos y húmedo en la finca y los niveles de captación.

A más largo plazo, R.E.M.  ayudará a fomentar las sinergias entre las medidas de reducción del  impacto ambiental de la agriculturay la producción agrícola, la mitigación del cambio climático y la adaptaciónal mismo.

  

  

 

Riego eficiente y territorio.

El Proyecto R.E.M. desarrolla una línea piloto en Valle del Jerte. La problemática existente en la zona que comprende la cuenca del río Jerte y sus gargantas, al Norte de Extremadura,  se agrava año a año, pues cada vez se reduce más su caudal y la calidad de sus aguas se ve deteriorada.

El incremento de la superficie de plantaciones de frutales, principalmente cerezos, en la zona en los últimos años, motivado por la buena salud del mercado de la cereza, se ve repercutido en el consumo de agua para riego en la zona, cada vez más alto.

El riego es además necesario sobre todo en la época en la que el aporte natural de agua es menor, por lo que el resultado es un caudal del río Jerte por debajo del esperado en determinadas fechas, quedando tramos casi secos, lo que afecta a la biodiversidad, a las riberas, al suelo y trasciende incluso al uso social, con piscinas naturales que pueden degradarse.

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